Porreres es un municipio ideal para conocer cómo es un pueblo típico del centro de Mallorca. Una visita tranquila y con tiempo puede dar lugar a conocer multitudes de tesoros arquitectónicos escondidos en algunos de rincones de las calles del municipio. Entre otras muchas cosas, de la cultura religiosa, se puede contemplar la iglesia de Nuestra Señora de Consolación, el Oratorio de San Felip Neri o visitar a pie, en bicicleta o en coche, el santuario de Monti-Sion a poco más de tres kilómetros del centro urbano.
Las caminatas a pie por los alrededores harán disfrutar de los paisajes de la Mallorca rural y también hay la opción de diferentes rutas cicloturísticas muy señaladas que unen un buen puñado de municipios del Plan de Mallorca por carreteras secundarias y, por lo tanto, poco transitadas.
El visitante podrá disfrutar también de la diferente y variada oferta gastronómica que ofrecen los restaurantes, bares y cafeterías que van desde una cocina elaborada y de vanguardia a platos más tradicionales y típicos de Mallorca.
Con 4 bodegas dentro del término municipal, Porreres es un pueblo de visita casi obligada por los amantes del vino y de todo aquello relacionado con la enología. La mayoría con cita previa, ofrecen catas y visitas guiadas.
Los turistas que han visitado el municipio en época de fiestas, especialmente por las patronales de Sant Roc, quedan encantados de la acogida que los dispensan los vecindarios del pueblo por la capacidad de organización, variedad de actas y actividades y la participación de todo el mundo en todo aquello que se celebra.
Porreres cuento con diferentes establecimientos donde alojarse. Destacar que la mayoría son hoteles rurales o agroturismos a pesar de que últimamente han proliferado las fincas o casas que se ofrecen como viviendas vacacionales.